jueves, 18 de abril de 2024

La persona y la gente

No hay que despreciar el poder las costumbres socialmente establecidas. Los clásicos consideraban que los hábitos eran una “segunda naturaleza”, un principio a partir del cual sentimos y vivimos el mundo.

Encajar con los otros, en el plácido mundo de las rutinas, es importante. Pero hay también en nosotros un instinto (una primera naturaleza) de individuación, de ser fieles a nuestra singularidad.

Algo de esto le entiendo a Hesse cuando dice que

«La gente que no sigue a la manada es rara en todas partes. También aquí hay algunos;

Die Leute, die nicht der Herde nachlaufen, sind überall selten. Es gibt auch hier welche»,

Hesse, H., Demian, 165:

miércoles, 17 de abril de 2024

Demian, guía para la elección del destino

 

Demian, guía para la elección del destino

 


 

 

Manuel Ballester

 

 

Es frecuente pensar que triunfar en la vida tiene que ver con la autenticidad, con ser fiel a uno mismo, a lo que brota de nuestro interior.

Herman Hesse toma ese punto de partida para mostrar que el asunto de cómo hay enfocar la vida no es tan sencillo. Abre así su célebre Demian:

«Tan sólo quería intentar vivir lo que surge de mí ¿Por qué tenía que resultarme tan difícil?».

martes, 16 de abril de 2024

Conseguir la vida buena

Todos aspiramos a una vida buena, aunque no todos estamos de acuerdo respecto a en qué consiste eso.

El asunto es importante, pero no fácil.

Hay quien piensa que una vida buena es una “buena vida”, pasarlo agradablemente, sin más.

Otros lo ven de modo diferente. Algo de esto le entiendo a Hesse cuando dice que

«La misión (Beruf) verdadera de cada uno era llegar a ser sí mismo;

Wahrer Beruf für jeden war nur das eine: zu sich selbst zu kommen»,

Hesse, H., Demian, 158

viernes, 12 de abril de 2024

Acertar en la vida

Si la vida tiene sentido, entonces es que hemos nacido para algo.

O, lo que es lo mismo, hay una tarea, una misión, un lugar en el mundo, que es el nuestro. Encontrar eso es acertar en la vida.

Algo de esto le entiendo a Hesse cuando dice:

«Cada uno tenía una “misión”, pero no podía ser elegida, definida, administrada, a voluntad,

Es gab für jeden ein „Amt“, aber für keinen eines, das er selber wählen, umschreiben und beliebig verwalten durfte»,

Hesse, H., Demian, 157

jueves, 11 de abril de 2024

Soledad y madurez

Madurar, crecer, supone alejarse del hogar protector para conquistar el mundo exterior.

Eso puede hacerse renegando del origen (“matar al padre” lo llama Freud) o asumiendo la tradición para vivificarla y vivir de la riqueza que nos han legado. En el primer caso, se siente el desarraigo (l’enracinement, que diría Weil); en el segundo, las raíces profundizan y permiten que las ramas lleguen más lejos.

Algo de esto le entiendo a Hesse:

«Todo el mundo tiene que dar el paso que le separa de su padre y de sus profesores; todo el mundo tiene que sentir algo de la dureza de la soledad, aunque la mayoría de la gente no puede soportarla mucho y pronto vuelve a esconderse;

Jeder muß einmal den Schritt tun, der ihn von seinem Vater, von seinen Lehrern trennt, jeder muß etwas von der Härte der Einsamkeit spüren, wenn auch die meisten Menschen wenig davon ertragen können und bald wieder unterkriechen»,

Hesse, Demian, 152

miércoles, 10 de abril de 2024

Gracia y misión

Nos gusta pensar que estamos dotados de interioridad, ingenio, chispa, creatividad. Y algo de eso hay en todos los hombres.

Pero lo que vemos como una gracia, un don (“estamos dotados”), puede verse también como una meta, como una tarea o misión. Y hay un requisito: entenderse a sí mismo como don y tarea, con seriedad y alegría, que esa es nuestra vida.

Algo de esto le entiendo a Hesse cuando dice:

« Si no puedes encontrarte a ti mismo, entonces no encontrarás espíritu;

Wenn du dich selber nicht finden kannst, dann wirst du auch keine Geister finden, glaube ich»,

Hesse, H. Demian, 145

martes, 9 de abril de 2024

Sueño y realidad

Nuestra existencia, el mundo en el que vivimos, tiene que ver con lo que ocurre pero también con expectativas y deseos, ilusiones y decepciones... propias y ajenas.

Algo de esto le entiendo a Hesse cuando dice:

«vivo en mis sueños […]. El resto de la gente también vive en sueños, pero no en los propios. Ahí está la diferencia,

ich lebe in meinen Träumen […]. Die anderen Leute leben auch in Träumen, aber nicht in ihren eigenen, das ist der Unterschied»,

Hesse, H., Demian, 142.